No tengo horizonte a la vista,solo el infinito,enmascarado con una espesa niebla en la que se recortan a veces las sombras de la calle,mezcladas con las luminarias del ir y venir de la fauna que tengo a mis pies.
Me llevo el violín para poner la música de fondo.
Estoy sentado a dos aguas,mirando el rojo atardecer que se va apagando lentamente como las ascuas de la hoguera, de lo que fue y no volverá.
Triste canción , llena de melancolía .
Comienza a llover.
Entonces, vuelvo a la triste realidad , y tomo consciencia del presente.
Me bajo de mi Olimpo particular y vuelvo a ser un Ser Humano.
Otro día mas que acaba igual que ayer y antes de ayer.
Con los pies en la tierra, me integro como uno mas,que al fin y al cabo eso es lo que soy: una serie de números con una letra añadida al final.
Pero desde dentro de mi burbuja, las cosas tienen otro color: el que yo le pongo.
Afuera ya es de noche.
No está mal J.J.
ResponderEliminarun abrazo
Jorge (caballoloco)